viernes, 15 de junio de 2012

El regalo de Carol

Hace tiempo que quería escribir este post, pero por diversos motivos, siempre se ha quedado a medias y nunca lo he publicado.

Pero hoy sí: hoy tengo ganas de sonreír un poco y de transmitir algo de alegria, después de una semana en que las noticias laborales no han sido ni agradables, ni esperanzadoras. Además, escribiendo también me olvido de lo mucho que estoy echando de menos a Martina, que se ha ido de colonias tres días....(qué ganas tengo de darle un achuchón...y yo que pensaba que era una madre moderna...).

La pequeña historia comienza con Carol, una buena amiga, sincera y clara. Una amiga que siempre es franca conmigo, transmitiéndome su visión de algunos temas que me han hecho pensar y ponerme en mi sitio(seguro que ahora piensa: "Ay, Meri" y se muere de vergüenza, pero lo que digo es verdad).

Carol tiene un gran cariño por Martina y Jaume y, aunque los ve poco, siempre pregunta por ellos y está pendiente de sus cosas. Sabe que soy una mamá encantada con mis niños así que, entre temas laborales y personales, ellos tienen un hueco. A veces le sorprenden las cosas que explico, ya que ella no es madre, pero escucha con paciencia sus historias y reímos con las ocurrencias de los dos. Y cuando los ve en directo y en plena acción me "compadece" por el desgaste debido a su energía.

Un día me dio un regalo para los niños. Con alguna duda, me dijo que no sabía si les iba a gustar. "No te preocupes, a los niños les gusta todo", le dije convencida.

Llegué a casa con dos regalos, uno para cada uno. Papel de colores con una piruleta que envolvía una sorpresa: un regalo atractivo. "¿Qué es, qué es?" preguntaban los niños emocionados. "¿Una Wii?", preguntaba Jaume, que siempre espera este regalo...(pobre, creo que, con cuatro años, tendrá que seguir esperando....).

Impacientes, los niños abrieron los paquetes que contenían dos bufandas hechas a mano y llenas de colorido. A mí me hicieron especial ilusión.

"Qué bonitas", me apresuré yo. "Vamos a hacer alguna foto y se la enviamos a Carol..."

Sin prestar mucha atención a las reacciones de los niños, empecé a disparar. Jaume no parecía muy convencido, pero Martina bailaba y se enrollaba la bufanda...."Venga, Jaume, sonríe....que te enseño la foto, ya verás qué chula..."...

Y aquí está la imagen que enviamos, con un texto que ponía: "Muchas gracias, Carol, los niños están encantados".
Al dia siguiente, Carol me volvió a preguntar por las bufandas, si realmemte les habían gustado, ya que, al no estar en el mundo de los niños, un regalo es mucho más complicado.

Y con una buena amiga como ella, no hay secretos, ni un "quedar bien", ni medias tintas...."Bueno, Martina, quedó muy contenta, pero Jaume esperaba otra cosa....". Y le enseñé la primera foto, la imagen de la reacción.
Sobran las palabras....la caída de ojos, de brazos,las gafas.....hasta la piruleta y los rizos tiran hacia abajo....Naturalidad de un niño al que intentamos enseñar a ser agradecido...espontaneidad del primer momento que no pretende disimular....

Foto para el recuerdo: es auténtica. Una imagen que a Carol y a mí nos sigue haciendo reír y que refuerza nuestra relación tan sincera. Así da gusto.

Txell

No hay comentarios: