martes, 31 de enero de 2012

Colaboración de Martina

Nuestra hija Martina, de 6 años, también quiere escribir en este blog. Le he explicado en qué consistía y le ha encantado la idea, así que se ha puesto manos a la obra. Éste es su primer mensaje:

"Hola me llamo martina i tengo,6 años i mi mejor amiga se llama Meritxell no es mi mama es otra i mi professora se llama Sheila".

Sencillo, pero descriptivo. Me gusta ver cómo evoluciona su escritura con deje catalán. Y también su interés, buscando la letra, mientras Jaume participa, grabando en su disco duro y tomando nota con su peculiar aire de despiste.

"Ya está mamá, ¿Lo publicas?". Ya está familiarizada con el tema y yo no sé si es bueno o malo. Con lo rápido que van los niños de esta generación, cualquier día me pide un blog para hablar con sus amigos/as de las Winx, de su vida social y de fiestas de pijamas.

Al mismo tiempo, Jaume nos explica que ha jugado en el colegio y que ha metido 3.000 goles porque no había portero....y que uno ha sido un"golaso", como él dice. Quizás nuestro fan de Messi me está diciendo de otra forma que él también quiere su baby-blog de fútbol, donde no existan barreras, rivales, ni porterías.

Txell



lunes, 30 de enero de 2012

Se acabó la feria...

Por fin se ha acabado la feria de Sant Antoni....¡Hasta el año que viene! Han sido dos o tres semanas de negociaciones diarias con los niños, pero al final hemos conseguido ir sólo dos días....¡Y han disfrutado!

En unos días publico el post.












Txell

¡Felicidades Martina!

Hoy es el santo de nuestra hija Martina, nuestra gimnasta preferida a la que no le gustan las princesas ( quizá, con los tiempos que corren, sea una de las decisiones más inteligentes).

Como es de suponer, ella lo espera como algo especial y es parte de su protagonismo familiar. Y a mí me encanta su ilusión, su cuenta atrás de estos días y su forma de hacernos participar a los cuatro.

Una bolsa de sugus para repartir entre sus compañeros de clase y su primer libro de Gerónimo Stilton, esos son sus regalos más preciados... más tres abrazos especiales para una Martina especial que no deja nunca de hacerse querer.

¡FELICIDADES MARTINA!


Txell

viernes, 27 de enero de 2012

Ataque de risa

Llevo unos días en los que estoy de buen humor. Debo de ser el único bicho raro que va feliz por la vida. Quizás sea un espíritu contradictorio, porque conozco a pocas personas que esten contentas con este 2012: la crisis económica y de valores hace mella en todos nosotros y los mismos “chorizos” siguen repartiéndose el pastel. Además, los días son cortos, el tiempo no se aclara y hasta Semana Santa no nos queda ningún día laborable que sea festivo. No sé, quizá me están haciendo efecto las Flores de Bach que me tomé hace tiempo o las vitaminas tienen algún componente extraño....O será escribir, que para mi, es revitalizante.

El caso es que estoy sonriente, controlo algo mejor las emociones y el 10% de paciencia no está tan debilitada. Esfuerzo personal que da algún fruto.

En el trabajo ya me han puesto la etiqueta de “Happy flower forever”. No es que no tenga problemas, es que pienso que la mochila emocional que todos llevamos colgada tiene que ir un poco más descargada. Una sonrisa puede hacer que las mismas cosas se vean desde otra óptica.

Ayer jueves, antes de acabar mi jornada laboral, me dio un ataque de risa. Todo empezó por una chorrada que ni recuerdo y, al principio, mis compañeros me miraban sin saber muy bien qué me pasaba. Pero la risas son sabias y muy contagiosas...tres minutos más y las lágrimas saltaban como una cascada y tenía a medio equipo siguiendo las carcajadas.

Terapia emocional compartida y alegría magnética. La alineación de mesas, sillas y ordenadores presentaba otro panorama. Por un momento, una magia encantadora rompía la rutina y las poses forzadas. Aire renovado preparado para cada día de batalla.

Hoy sigo sonriendo y recordando, porque de buenos momentos está hecha nuestra alma. Y por eso quiero compartir con vosotros estas buenas vibraciones y desearos buen fin de semana.



Txell.

jueves, 26 de enero de 2012

Niños digitales

Martina llega del colegio emocionada..."Esta noche voy a chatear con mi amiga desde tu móvil". Nosotros, sorprendidos, le decimos que todavía no tiene edad de chatear..." ¡Que sí, que sí, que he quedado con ella!"

No puedo creerlo: móvil, chatear, internet....tiene 6 años y estas palabras son parte de su vocabulario. Entiendo que estamos en el siglo XXI, pero todo esto me parece de una precocidad asombrosa.

A las 8 de la tarde recibo un sms: Martina tenía razón, su amiga pregunta por ella. Se lo digo y le brillan los ojos de emoción. "¿Puedo contestar?" "Bueno Martina, pero un mensaje y ya está, que mañana os veis en el colegio"..."Vale, le contesto por mail porque no sé si tiene facebook".

Superviso el mensaje y disimulo, porque creo que me va a dar un ataque de risa. Adolescencia temprana comprimida en un cuerpito minúsculo. Después vendrán las primeras confidencias y yo dejaré de ser su referente. Y, como esto siga así, tendré que apuntarme a un curso de social manager. Prefiero no pensar mucho que voy a pasar de la risa al llanto.

¡Menuda generación! Prisa por crecer, tecnología al alcance de la mano. Son niños digitales...y nosotros, padres que, si no espabilamos, pronto estaremos a años luz intentando poner el freno a nuestros hijos mientras ellos han encontrado la fórmula para desfrenarlo...¡La que nos espera!

Txell.

miércoles, 25 de enero de 2012

40-1

22 de Enero. Es domingo y todavía no son ni las 8 de la mañana. Disfrutando de mis últimos sueños, ya oigo un murmullo en la habitación de nuestros hijos. Afino el oído, pero no puedo escuchar con precisión lo que están diciendo. Ruido de zapatillas, puerta del lavabo y noto unos dobles pasitos que se acercan a nuestra cama. Me hago la dormida hasta que sus fuertes respiraciones y vaho infantil invaden mi cara. "Mamá, ¿Estás despierta?".

Abro los ojos simulando que estoy sorprendida y me encuentro dos sonrisas ilusionadas de dientes de leche, sinceras y expectantes..."¡Felicidades mamá, es tu cumpleaños!" Yo también sonrío, con los músculos de la cara todavía adormecidos y ojos semi- enganchados. Triple achuchón mañanero con besos sonoros y apretados. Eduard, todavía en fase REM, hace un esfuerzo por unirse a la causa con un "per molts anys (felicidades)" ininteligible. Valoro sus buenas intenciones a estas horas de la mañana. Los niños me dicen que no me mueva, que me tienen reservada una sorpresa...

Mientras aprovecho los últimos minutos de descanso, ellos mueven trastos por la casa, pero hago la vista gorda. " Mamá, ya puedes mirar", me dice Martina". " Sigue el camino de juguetes que te llevará a tu regalo". Como la protagonista del Mago de Oz sigo la ruta marcada por el hotel de Pinypon, la caja de magia, dos cuentos infantiles, un bolsito y un juego de cartas. En el sofá me espera un dibujo que tiene el sello de Martina: grandes corazones, marcianitos con personalidad y un mensaje muy cariñoso. Le sonrío y ella se muere de vergüenza, consciente de que el regalo me ha llegado.

"Ahora me toca a mi"- dice Jaume. El mismo procedimiento, ahora es un caminito con la casa de Batman, filas de coches y un disfraz. Mi segundo regalo es una corona del roscón del día de Reyes, que Jaume me coloca con cuidado y dice que no me la puedo quitar. Soy una princesa cumpleañera que sonrío a una cabeza llena de rizos desordenados.

Ya en la cocina, unos morritos llenos de chocolate me apuntan que hay desayuno especial para una fecha especial. Y el día también parece que haya sido por encargo: claro y luminoso, luce un sol exento de nubes.... Un regalo para mí. Parece mentira: estamos en invierno y es primavera. Con este tiempo, los años no pesan y me olvido de la crisis pre-cuarenta, de mis despistes cotidianos y de mi falta de paciencia. 

Decidimos aprovechar el día y nos lanzamos a la carretera, engrosando el número de coches que han pensado lo mismo que nosotros. Martina acierta el destino escogido y emocionada, le explica a Jaume que vamos a la playa y que nos bañaremos. Les seguimos la corriente, conscientes de que la ilusión de nuestros niños no entiende de estaciones y que, para ellos, la palabras sol y arena implican remojón asegurado.

Aterrizamos en nuestra cala preferida y mientras nos impregnamos de aire de mar, nuestros "Speedy González" ya se han quitado la ropa y van directos al agua. Imposible frenarlos, lo único que nos queda es observarlos, porque ya nos imaginamos de lo que son capaces. Piernas fuertes y veloces que corren y saltan y felicidad desbordante salpicada por las olas. Sobredosis de aire puro que llena nuestros pulmones y nuestros pensamientos. Immortalizo la escena, aunque ya forma parte del disco duro de mi memoria, y el resultado es sorprendente. Reconozco que cada vez que veo la foto, me emociono.



Eduard se une al baño y aunque intenta animarme, yo soy más de secano. Me mojo los pies y pienso que los niños van a salir azulados. Pero está claro que tienen diferente termostato corporal y después de unos toques de toalla, se ponen a construir castillos de arena. Me relajo mientras juegan tranquilos, disfrutando de la vista y destensando la mente. Pienso que me gustaría que este paisaje formara parte de nuestra cotidianidad, pero a lo mejor cada día perdía la gracia.

Pocos minutos después, unas caras cómplices buscan mi mirada. Presiento alguna sorpresa y no me equivoco. Un cumpleaños no puede ser completo sin un pastel, así que tengo uno enorme frente a mi: montaña de arena con churritos y un pegote que simula una vela. Mis hijos cantan felices el "cumpleaños feliz" acompañados tímidamente por su padre. Pido un deseo y soplo un simulacro de tarta que cumple su función a la perfección. Me lo dicen hace años y no me lo creo, pero la improvisación, con niños, me resulta hasta divertida.

Completamos el día con una comida que huele a vacaciones: verano en invierno, el sol que luce nos hace perder la noción del tiempo. Sin prisa y con risas cambia la cara. Disfruto compartiendo mesa con los míos: se han compinchado para hacerme feliz.

De vuelta a casa, Jaume interrumpe mis pensamientos, que están recordando el día. "Mamá, ¿y tu regalo?" "Jaume, mi regalo sois las tres personas que más quiero". Él sonríe extrañado: "Ya, pero quiero decir una "cosa" de regalo...."

Bajo de las nubes y lo miro: "Este año, no necesito ninguna "cosa"...además, tengo una corona y un dibujo...". Me contesta con un "ah, claro", pero estoy segura que no lo acaba de entender. Yo también he sido niña y siempre he esperado alguna "cosa" el dia de mi cumpleaños. Me doy cuenta que, inconscientemente, me hago mayor, pero que la madurez bien entendida es un increíble motor para disfrutar de las intensas vivencias como regalo.

martes, 24 de enero de 2012

Acrobacias en la "Fira de Sant Antoni"

Mientras preparo un post sobre nuestra tarde en la feria, os dejo con un vídeo muy representativo de mis hijos. Así son, su vida es un salto. Os aconsejo bajar el volumen, ya que sólo se me oye a mi, con el tono muy subido por el ruido ambiental.

Txell.

lunes, 23 de enero de 2012

Próxima publicación: "40-1"

Día 22: Cumpleaños único y diferente en pleno mes de Enero. En unos días lo comparto con todos vosotros.

Txell

¡HE VUELTO!

Después de meses de silencio, vuelvo a escribir en este blog. No hay excusas: ni falta de tiempo, ni pánico escénico, ni inexplicable timidez.... Me tiran las letras y aquella necesidad de comunicarme, de expresarme tal como soy y de compartir mis vivencias cotidianas en una época de mi vida agotadora pero única, intensa y llena de descubrimientos. ¡Bienvenidos otra vez!

Txell