viernes, 27 de enero de 2012

Ataque de risa

Llevo unos días en los que estoy de buen humor. Debo de ser el único bicho raro que va feliz por la vida. Quizás sea un espíritu contradictorio, porque conozco a pocas personas que esten contentas con este 2012: la crisis económica y de valores hace mella en todos nosotros y los mismos “chorizos” siguen repartiéndose el pastel. Además, los días son cortos, el tiempo no se aclara y hasta Semana Santa no nos queda ningún día laborable que sea festivo. No sé, quizá me están haciendo efecto las Flores de Bach que me tomé hace tiempo o las vitaminas tienen algún componente extraño....O será escribir, que para mi, es revitalizante.

El caso es que estoy sonriente, controlo algo mejor las emociones y el 10% de paciencia no está tan debilitada. Esfuerzo personal que da algún fruto.

En el trabajo ya me han puesto la etiqueta de “Happy flower forever”. No es que no tenga problemas, es que pienso que la mochila emocional que todos llevamos colgada tiene que ir un poco más descargada. Una sonrisa puede hacer que las mismas cosas se vean desde otra óptica.

Ayer jueves, antes de acabar mi jornada laboral, me dio un ataque de risa. Todo empezó por una chorrada que ni recuerdo y, al principio, mis compañeros me miraban sin saber muy bien qué me pasaba. Pero la risas son sabias y muy contagiosas...tres minutos más y las lágrimas saltaban como una cascada y tenía a medio equipo siguiendo las carcajadas.

Terapia emocional compartida y alegría magnética. La alineación de mesas, sillas y ordenadores presentaba otro panorama. Por un momento, una magia encantadora rompía la rutina y las poses forzadas. Aire renovado preparado para cada día de batalla.

Hoy sigo sonriendo y recordando, porque de buenos momentos está hecha nuestra alma. Y por eso quiero compartir con vosotros estas buenas vibraciones y desearos buen fin de semana.



Txell.

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